Ven, respira el aire puro, de la tierra renacida, y en el vaivén de los sueños, levanta tu canto en la vida.

Las flores, al abrirse, murmuran, los secretos del universo, y el amor se despliega, tan bello, y en sus formas, yo me encuentro.

Es un ecosistema divino, y entre sombras, hay luz interna, vivo en sus modos, en sus giros, y en belleza, mi alma eterna.

  • Manuel José Quintana